El Instituto Janeraka nació en la región amazónica Altamira con la resistencia de una población con ascendencia Awaete, que tiene menos de 50 años de contacto con la sociedad global.
Desde entonces, la población Awaete se ha enfrentado a numerosos desafíos psicosociales y ecológicos, como las consecuencias del genocidio y etnocidio desde el primer contacto, que ha ido en aumento con la construcción de centrales hidroeléctricas y actividades mineras, culminando en una de las peores deforestaciones del mundo, amenazando la existencia de los pueblos, del agua, la tierra y el bosque, en la región y en todo el planeta.
Janeraka es una palabra awaete que significa «ni mío ni tuyo, nuestra casa, y la casa es de quien la cuida». Todas las actividades del Instituto Janeraka se centran en fortalecer la cultura tradicional awaete e intercambiar conocimientos y prácticas con otros pueblos de la selva. El Instituto Janeraka ha co-creado varios proyectos, entre ellos: