Amatlán de Quetzalcóatl (Tepoztlán, México) es un pueblo indígena con una importante tradición de siembra de maíz y cultura de la milpa.
Los modelos agrícolas convencionales y el uso de fertilizantes y pesticidas sintéticos han provocado la erosión del suelo y la disminución de su fertilidad. El régimen de lluvias también está cambiando.
A partir de las consecuencias económicas y sociales de la pandemia de la covid 19, Biocenosis decidió proponer un modelo de resiliencia local frente a las crisis globales a través del trabajo colectivo centrado en la agricultura regenerativa.
Utilizando sistemas agroforestales sucesivos, cinco miembros del proyecto y tres campesinos de Tepoztlán comenzaron a sembrar cultivos de temporal para crear un modelo productivo sostenible y adaptado al contexto local.
Con esta iniciativa se espera demostrar la viabilidad social, ecológica y económica de este tipo de proyectos. Además, su objetivo es capacitar a cerca de 100 personas anualmente y contribuir a transformar la realidad de los campesinos involucrados en la microrregión y biorregión de Cuauhnáhuac.