El Instituto Mesoamericano de Permacultura (IMAP) nació en el año 2000 en San Lucas Tolimán, a orillas del lago Atitlán, en el altiplano maya de Guatemala.
Fue creado por un grupo de mayas kakchiqueles con el deseo de utilizar las semillas nativas, la permacultura, el conocimiento tradicional indígena y la educación para crear una sanación social tras 36 años de conflicto armado interno que acabó con cientos de comunidades y desplazó a millones de personas de sus tierras e interrumpió la transferencia de su cultura y conocimientos ancestrales.
El IMAP se creó para abordar de forma integral la pobreza y la desnutrición que sufren las comunidades indígenas de la cuenca del lago, así como de toda la región mesoamericana, que fueron violadas de forma desproporcionada durante la guerra y quedaron en gran medida desposeídas tras la firma de la paz. El trabajo de IMAP gira en torno a proporcionar a las comunidades acceso a la tierra, a las semillas y a una excelente educación en permacultura.
IMAP ha formado a más de 10.000 pequeños agricultores en los principios básicos de la agroecología y la conservación de semillas, aumentando la capacidad de las comunidades para adaptarse a la variabilidad climática y combatiendo la malnutrición mediante la promoción de la soberanía alimentaria y el fortalecimiento del mercado local.